viernes, 9 de septiembre de 2016

jueves, 24 de septiembre de 2015

"Anarquismo y sexualidad", por Helena Andrés Granel

"Anarquismo y sexualidad", por Helena Andrés Granel



El pensamiento feminista ha puesto de manifiesto cómo nuestras formas de pensar y sentir el amor y la sexualidad, aparentemente primigenias o naturales, se encuentran profundamente mediatizadas por la cultura dominante. Asimismo, ha cuestionado ampliamente la dicotomía público/privado, insistiendo en el modo en que las esferas política y sexual se encuentran interconectadas, en que lo personal es político, y en que los factores de cambio en la sociedad no se dan de forma exclusiva en el llamado espacio público, sino en buena parte por las transformaciones en la vida privada y la sexualidad.

Dado que, como hemos visto, el discurso anarquista vinculó estrechamente el problema sexual al político-económico, su defensa de una revolución sexual no tenía una implicación meramente personal y privada sino que se constituía en un pilar básico de la transformación social. En las páginas de Estudios, Hem Day, había afirmado la necesidad de una nueva ética sexual, dada la influencia de lo sexual en la vida política y social, puesto que “las cuestiones sexuales en nuestra civilización desempeñan un papel extraordinario en la vida política y social de la Humanidad”. Así debían darse de forma paralela un cambio en las costumbres y un cambio radical en el sistema político económico.

Estos planteamientos supusieron un claro avance con respecto a algunas de las ideas que sustentaría, décadas después, el movimiento feminista que consideró los aspectos sexuales y privados de la vida humana como una cuestión política, situando al patriarcado como el sistema sobre el que se sustentaban todos los otros sistemas de opresión e insistiendo en que cualquier revolución que pretendiese alcanzar un profundo cambio social debía comenzar por una revisión radical y absoluta de la sexualidad (42).

Por otra parte, si bien las definiciones y concepciones anarquistas de la sexualidad como expresión de un instinto natural, especialmente desde una perspectiva científico-médica, reprodujeron ideas dominantes en la época constituyéndose en discursos reguladores de la sexualidad, las propuestas libertarias de construcción de relaciones interpersonales y amorosas no autoritarias expresaron ya una clara conciencia de que el sistema sexual, como parte del sistema social, se conforma de acuerdo a relaciones de poder.


Helena Andrés Granel

Revista Germinal, n°5, Abril, 2008

martes, 22 de septiembre de 2015

Wild Animals in My Hair + Poema


De ramitas y brisas
sopladas entre las piernas.
Melena y hiel,
y ramitas pezón.
Y mariposas,
vulvas
que aletean
el vientre calloso,
milenario,
el labio iluminado
de ramitas lenguas,
de comerse
el mundo;
varios mundos
de pijas
dóciles, pétreas…
Abdomen y expulsión
de centellas…
Lo que hay dentro mío,
sólo
lo decido
yo.

Mapa de la NO Monogamia

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lunes, 21 de septiembre de 2015

Subyugarte y la serie PARAFILIAS

La muestra "Parafilias" de Subyugarte / Charo resulta una serie que "trata sobre los límites existentes en los vínculos sexuales, como algo primario, innato, que nos arrebatan de la infancia con todas las prohibiciones por parte de las manos conservadoras impuestas por este sistema rígido y manipulador. Al mismo tiempo, nos venden cuerpos insensibles, generando así una ilusión de cómo "se debe sentir placer", causando así una insatisfacción generalizada. Cuerpo que no siente, se convierte en objeto... Un objeto dominado, imposible de explorarse y reivindicar su propia carne. Somos cuerpos fragmentados en esta posmodernidad individualista."

A Charo:
PEQUEÑO DEMONIO - "Entre los límites de los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o más veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana sino nínfica (o sea demoníaca); propongo llamar «nínfulas» a esas criaturas escogidas... Si pedimos a un hombre normal que elija la niña más bonita en una fotografía de un grupo de colegialas o girl-scouts, no siempre señalará a la nínfula. Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una burbuja de ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida en su sutil espinazo (¡oh, cómo tiene uno que rebajarse y esconderse!), para reconocer de inmediato, por signos inefables -el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro aterciopelado y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas de ternura me prohíben enumerar-, al pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas." (Vladimir Nabokov, Lolita, 1956)

miércoles, 24 de octubre de 2012

Los cuerpos como campos de batalla




William A. Ewing nos recuerda que “todas las fotografías del cuerpo son potencialmente ‘políticas’” y, desde el punto de vista feminista no podemos olvidar que las imágenes que representan los cuerpos, los cuerpos de las mujeres, y más concretamente, implicados en una acción sexual, llevan implícitos una serie de mensajes que se dirigen directamente al subconsciente social, reforzando así el imaginario colectivo. Ninguna imagen es inocente, a estas alturas ya deberíamos saberlo: quienes producimos arte desde un posicionamiento feminista no podemos ignorar el potencial poder que tienen las imágenes como medio constructivo y deconstructivo de las identidades. En nuestro contexto cultural, donde la sobresaturación visual es más que evidente en todos los medios de comunicación, “la imagen fotográfica es un arma poderosa para mantener el
status quo, y por consiguiente debe ser sometida a escrutinio. La estética también es política.”
Somos conscientes de que estos cuerpos, al ser fotografiados no son sólo una imagen, “es carne lo que se esconde detrás del papel, sangre lo que anda tras los rasgos de la tipografía. Las palabras no sirven. Más alláde ellas está lo que no se piensa, lo que existe (…).”
(Fragmento de Cuerpos Lesbianos en la Red)

Poema rebelde


Te busco en la montura rocosa de los ríos
te siento en la piel que abre el sonido
y encuentro tu aliento
cayendo en mi espalda
sudando cada palabra,
estallando en el muro real de mi contorno
de hembra que goza,
sin glamour ni farsa...



De rojos, azules y revoluciones

Qué devoción derretida al fuego!
Carne cristal chorreando.
Sangre que bulle
azar,
deseo.

Qué azul el espíritu
de la melancolía
y rojo su asalto
a labio partido...

Cualquier revolución
así,
parece posible…