Se cayó la luna y con mi premura acostumbrada
en vez de contemplarla, así, de cerquita,
la hice bolsa de un piedrazo.
¡Minga de seducción en mi vereda!
Se acabó por fin la puta noche iluminada.
¡Que se animen ahora los compadres de Balvanera a bailar el tango en esa esquina!
¡Que vengan los perros con cara de pichones afiebrados a cantarle a la nada!
¡Que vengan los poetas a inmortalizar el barrio!
¡Que se animen los viajeros a cantarle al desamparo!
¡Cuántos desencuentros! ¡Cuántas caras espantadas!
¡Cuánto más tendrán por llorar ahora las minas enamoradas!
Diría mi vieja: "...siempre fuiste un intolerante. Si bastaba nomás con subirte a un banquito y volver a colgarla..."
"Demoliendo Tangos" - Federico Mizrahi y Luis Longhi









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