jueves, 23 de junio de 2005

Resistir a la tristeza

Vivimos en una época profundamente marcada por la tristeza. No sólo por la tristeza de los llantos sino, y sobre todo, por la de la impotencia.
Los hombres y mujeres de nuestro tiempo viven en la certeza de que la complejidad de la vida es tal, que lo único que podemos hacer, so pena de aumentarla, es somenternos a la disciplina del economicismo, el interés y el esgoísmo.
La tristeza social e individual nos corroe y nos convence de que no tenemos más medios de vivir una verdadera vida y así nos sometemos al orden y la disciplina de la "sobrevida". El tirano necesita la tristeza porque así, cada uno de nosotros se aísla en su pequeño mundo virtual e inquietante, pero a la vez los hombres tristes necesitan del tirano para justificar su tristeza.
El primer paso a dar contra la tristeza (la forma en que existe en nuestras vidas el capitalismo), sería entonces la creación de lazos y redes solidarias y resistentes.
Romper el aislamiento, acercarse a los otros desde un postura que no sea "contra" lo existente, sino "por" la vida, la alegría, a través de la liberación de nuestras potencias en conjunto podría favorecer pequeños cambios que necesitamos para lograr las grandes transformaciones.
Red de Resistencia Alternativa de Buenos Aires

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