lunes, 8 de septiembre de 2008

Latidos


Calculo en un reloj
de manecillas,
especialmente imantadas
para el caso,
las horas,
los segundos
perdidos
en desarmar
sincronismos antiguos,
madejas,
edipos,
clepsidras,
intrincados mecanismos del alma,
a la espera de un latido.

Otros,
más desesperados,
construyen
bombas
de
tiempo.

2 comentarios:

Y yo construyo miguitas de pan que lloran.

Y yo, después de pasarme más de media vida soltando, oigo el mismo latido que ya oía. Me siento igual de sola y tengo mucho miedo.

Por lo demás, las personas me rodean, a algunas las trato con cariño. Nos queremos.

No me queda mucha esperanza. Hay quien dice: "la felicidad desesperadamente".

Pareces fuerte, pero me preocupa que no hayas escrito en los últimos meses.

Un abrazo.

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